vEstadística 1: Perfil de acoso por sexo y edad.
En
esta primera gráfica podemos observar el porcentaje de niños y niñas que sufren
acoso y a la edad que lo sufren. Analizando dicha gráfica, resulta preocupante
que a la edad de 7 años ya contemos con ese porcentaje de acoso siendo niños
tan pequeños, ocupando el 7º lugar en comparación con el resto de edades. Teniendo
en cuenta de que en un futuro seremos profesores de niños entre los 3 y 6 años,
debemos concienciarlos y educarlos lo mejor posible para que este tipo de
violencia no suceda, ya que como muestra el gráfico, a la edad de 7 años ya se
comienzan a dar casos por acoso en los colegios.
En cuanto al acoso según el sexo, se aprecia que desde los 7 hasta los 12 años son los niños las principales víctimas para el acoso, quedando el porcentaje de las niñas en una posición algo más baja, pero a partir de los 12 años en adelante podemos observar como la cosa cambia y ahora son las niñas las que son el principal objetivo de burla y acoso, siendo la diferencia de porcentaje entre sexos a esta edad más elevada que en la anterior.
En cuanto al acoso según el sexo, se aprecia que desde los 7 hasta los 12 años son los niños las principales víctimas para el acoso, quedando el porcentaje de las niñas en una posición algo más baja, pero a partir de los 12 años en adelante podemos observar como la cosa cambia y ahora son las niñas las que son el principal objetivo de burla y acoso, siendo la diferencia de porcentaje entre sexos a esta edad más elevada que en la anterior.
·Cita: Mengual, E. (2016). Las denuncias por acoso escolar se disparan: un 75% más en 2015. El Mundo, 26.
vEstadística 2: Acoso escolar.
En la siguiente estadística nos encontramos con dos tablas.
En la tabla 1 podemos ver los diferentes tipos de agresiones con la que los niños pueden ejercer la violencia y como se imparte sobre sus compañeros.
En la tabla 1 podemos ver los diferentes tipos de agresiones con la que los niños pueden ejercer la violencia y como se imparte sobre sus compañeros.
Las
agresiones más comunes son las de tipo físico, verbal o social. En este tipo de
agresión, el acosador la puede ejercer de dos maneras diferentes, de manera
directa o indirecta. Debemos estar muy pendientes a este tipo de agresiones y a
como se ejerce, pero no debemos olvidar que toda conducta o pelea entre
compañeros significa que se esté llevando a cabo una agresión.
También
debemos ser conscientes de que el bullying no es una conducta puntual, sino que
tiende a repetirse durante un periodo de tiempo, lo cual también nos será de
gran ayuda para determinar los casos en los que un niño este siendo acosado.
Otro tipo de
agresión social, la cual no estaría reflejada en la tabla, sería la que
imparten los compañeros que son testigos de alguna agresión y no lo denuncian.
Esto le hace al acosador tener el poder de seguir cometiendo agresiones debido
a que sabe que no lo van a delatar.
Por último y
no menos importante, en cuanto a los motivos que lleva a los agresores a
adoptar este tipo de comportamientos hacia sus compañeros encontramos los
motivos por razones étnicas, ya sea por padres de otras nacionalidades, por qué
son nacidos en otros países, etc. También encontramos a niños que son agredidos
por solo tener un progenitor o por tener padres del mismo sexo, ser hijo de
padres separados, o incluso por razones de afinidad con compañeros del sexo
opuesto.
En la tabla 2
nos encontramos con la sintomatología que pueden presentar los niños que son
acosados.
En ella
podemos ver que algunos síntomas pueden ser encontrarse mal antes de ir a
clase, hacer pellas, alteraciones del carácter, ataques de pánico y en los
casos más graves intento de suicidios.
En estos casos
y ante niños que tengan este tipo de comportamientos, tanto los padres, como
los docentes, como los psicólogos debemos estar muy atentos porque algunos
niños con terapia o "forzándolos" un poco a hablar, terminan contándolo, pero la gran mayoría de las víctimas no denuncian dicho acoso por
miedo a represalias de su agresor o de los demás compañeros, por vergüenza a
reconocer que es víctima de bullying, por qué piensan que son cobardes por no
saber defenderse etc.
Entre todos
los casos que podemos encontrar también es muy frecuente que la víctima se crea
que lo que esta sufriendo no sea maltrato. Como ya hemos dicho, no todos los
niños son capaces de denunciar el acoso y cuando por fin se atreven a hacerlo,
ha habido casos, en los que se han encontrado con un adulto que le resta
importancia al asunto, por lo que ya no vuelve a denunciarlo y se siente
menospreciado por los mayores que los tachan de cobardes y llegan hasta el
punto de creer que son merecedores de dicho acoso.
Pienso que estas dos tablas nos pueden
servir de gran ayuda el día de mañana cuando ejerzamos de docentes para así
tener una idea sobre este tema y nos resulte más fácil detectar este tipo de
acoso, ya sea en infantil como en primaria.
·Cita: Armero, P., Bernardino, B., y Bonet de Luna, C. (2011). Acoso escolar. Pediatría Atención Primaria, 13 (52), 661-670.
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