sábado, 20 de abril de 2019

Datos estadísticos.

vEstadística 1: Perfil de acoso por sexo y edad.
En esta primera gráfica podemos observar el porcentaje de niños y niñas que sufren acoso y a la edad que lo sufren. Analizando dicha gráfica, resulta preocupante que a la edad de 7 años ya contemos con ese porcentaje de acoso siendo niños tan pequeños, ocupando el 7º lugar en comparación con el resto de edades. Teniendo en cuenta de que en un futuro seremos profesores de niños entre los 3 y 6 años, debemos concienciarlos y educarlos lo mejor posible para que este tipo de violencia no suceda, ya que como muestra el gráfico, a la edad de 7 años ya se comienzan a dar casos por acoso en los colegios.

En cuanto al acoso según el sexo, se aprecia que desde los 7 hasta los 12 años son los niños las principales víctimas para el acoso, quedando el porcentaje de las niñas en una posición algo más baja, pero a partir de los 12 años en adelante podemos observar como la cosa cambia y ahora son las niñas las que son el principal objetivo de burla y acoso, siendo la diferencia de porcentaje entre sexos a esta edad más elevada que en la anterior.
·Cita: Mengual, E. (2016). Las denuncias por acoso escolar se disparan: un 75% más en 2015. El Mundo26

vEstadística 2: Acoso escolar.
En la siguiente estadística nos encontramos con dos tablas. 

En la tabla 1 podemos ver los diferentes tipos de agresiones con la que los niños pueden ejercer la violencia y como se imparte sobre sus compañeros. 

Las agresiones más comunes son las de tipo físico, verbal o social. En este tipo de agresión, el acosador la puede ejercer de dos maneras diferentes, de manera directa o indirecta. Debemos estar muy pendientes a este tipo de agresiones y a como se ejerce, pero no debemos olvidar que toda conducta o pelea entre compañeros significa que se esté llevando a cabo una agresión.

También debemos ser conscientes de que el bullying no es una conducta puntual, sino que tiende a repetirse durante un periodo de tiempo, lo cual también nos será de gran ayuda para determinar los casos en los que un niño este siendo acosado.

Otro tipo de agresión social, la cual no estaría reflejada en la tabla, sería la que imparten los compañeros que son testigos de alguna agresión y no lo denuncian. Esto le hace al acosador tener el poder de seguir cometiendo agresiones debido a que sabe que no lo van a delatar.

Por último y no menos importante, en cuanto a los motivos que lleva a los agresores a adoptar este tipo de comportamientos hacia sus compañeros encontramos los motivos por razones étnicas, ya sea por padres de otras nacionalidades, por qué son nacidos en otros países, etc. También encontramos a niños que son agredidos por solo tener un progenitor o por tener padres del mismo sexo, ser hijo de padres separados, o incluso por razones de afinidad con compañeros del sexo opuesto.
En la tabla 2 nos encontramos con la sintomatología que pueden presentar los niños que son acosados.

En ella podemos ver que algunos síntomas pueden ser encontrarse mal antes de ir a clase, hacer pellas, alteraciones del carácter, ataques de pánico y en los casos más graves intento de suicidios.

En estos casos y ante niños que tengan este tipo de comportamientos, tanto los padres, como los docentes, como los psicólogos debemos estar muy atentos porque algunos niños con terapia o "forzándolos" un poco a hablar, terminan contándolo, pero la gran mayoría de las víctimas no denuncian dicho acoso por miedo a represalias de su agresor o de los demás compañeros, por vergüenza a reconocer que es víctima de bullying, por qué piensan que son cobardes por no saber defenderse etc.

Entre todos los casos que podemos encontrar también es muy frecuente que la víctima se crea que lo que esta sufriendo no sea maltrato. Como ya hemos dicho, no todos los niños son capaces de denunciar el acoso y cuando por fin se atreven a hacerlo, ha habido casos, en los que se han encontrado con un adulto que le resta importancia al asunto, por lo que ya no vuelve a denunciarlo y se siente menospreciado por los mayores que los tachan de cobardes y llegan hasta el punto de creer que son merecedores de dicho acoso.

Pienso que estas dos tablas nos pueden servir de gran ayuda el día de mañana cuando ejerzamos de docentes para así tener una idea sobre este tema y nos resulte más fácil detectar este tipo de acoso, ya sea en infantil como en primaria.
·Cita: Armero, P., Bernardino, B., y Bonet de Luna, C. (2011). Acoso escolar. Pediatría Atención Primaria13 (52), 661-670.

No hay comentarios:

Publicar un comentario